Por: Dr. Carlos Hiroo Saito
Miembro del Comité Científico de Aquafondo.
Docente del Departamento de Ecología y Centro de Desarrollo Sostenible, Universidad de Brasilia (Brasil).
Para reflexionar sobre cómo la educación ambiental impulsa la gestión sostenible del agua, es muy importante tomar como punto de partida una definición clara de educación ambiental. Como punto de partida se presenta una definición sistematizada basada en varios puntos de las recomendaciones de la Conferencia Intergubernamental sobre Educación Ambiental, organizada por la Unesco con la cooperación del PNUMA, conocida como Conferencia de Tbilisi, celebrada en 1977 (UNESCO, 1978)
La educación ambiental debe ayudar a los individuos y a la comunidad a lograr una comprensión holística de los principales problemas del mundo contemporáneo, a través de una perspectiva interdisciplinaria y globalizadora, en la que se examinen los aspectos ecológicos, sociales y culturales y, por lo tanto, proporcionar conocimientos técnicos y las cualidades necesarias para desempeñar una función productiva con miras a mejorar la vida y proteger el medio ambiente, prestando la debida atención a los valores éticos, con espíritu de solidaridad y de justicia.
Otro punto importante a considerar es el hecho de que los recursos hídricos y su gestión son los más inmediatamente afectados por el cambio climático, promoviendo un efecto en cascada sobre otros sectores como la agricultura y la seguridad alimentaria, la sostenibilidad urbana y la respuesta a desastres, o las sequías y sus impactos sobre la generación de energía o sobre los medios de vida de comunidades tradicionales y pueblos ancestrales.
Debido a esta conexión entre los recursos hídricos y el cambio climático, y la necesidad de comprender esta compleja conexión, la recomendación n° 1.7 de la Conferencia de Tbilisi es actual: «la educación ambiental debería suscitar una vinculación más estrecha entre los procesos educativos y la realidad, estructurando sus actividades en torno a los problemas del medio ambiente que se plantean a comunidades concretas y enfocar el análisis de aquéllos, a través de una perspectiva interdisciplinaria y globalizadora que permita una comprensión adecuada de los problemas ambientales». (p.29)
En este sentido, el concepto de vulnerabilidad ocupa un lugar central en la estrategia educativa de la educación ambiental, así como el reconocimiento de que la vulnerabilidad y el riesgo a desastres afectan de manera diferenciada a los grupos sociales en nuestra sociedad, exacerbando la desigualdad social. La seguridad hídrica de las comunidades, por tanto, no puede analizarse sin tener en cuenta los impactos del cambio climático, pero también la diferencia entre los impactos resultantes del cambio climático y los debidos a los cambios en el uso y la cobertura del suelo y las prácticas económicas, y la búsqueda de equidad.
El vínculo entre la educación ambiental y la pedagogía dialógico-problematizadora de Paulo Freire (Freire, 2000) responde al objetivo de la Conferencia de Tbilisi de desarrollar una visión crítica de los procesos socioambientales, basado en la comprensión de la complejidad de problemas concretos, con espíritu de solidaridad y de justicia. Igualmente, la triangulación entre la educación ambiental, la pedagogía de Paulo Freire y el cambio climático es fructífera y permite avanzar en la comprensión de los conflictos socioambientales en comunidades vulnerables al cambio climático, habiendo sido analizados casos de Brasil y Canadá por Saito y Germanos (2024).
Los recursos didácticos que puede utilizar la educación ambiental abarcan un amplio espectro, y se recomienda que sigan estos objetivos éticos y visión crítica. Una experiencia de producción de material didáctico sobre conservación de la biodiversidad en todos los biomas brasileños, para el gobierno brasileño en 2006, es un ejemplo de cómo desarrollar educación ambiental con base en pares de textos de problemas (conflictos socioambientales) y sus respectivas soluciones, siempre acompañados de fotografías reales de la situación retratada y explicación técnica de por qué las soluciones planteadas pueden actuar positivamente sobre los problemas (Saito, 2013).
Otro tipo de recurso podrían ser las imágenes satelitales como tecnología capaz de apoyar procesos de educación ambiental y empoderamiento crítico de las comunidades. Berlinck y Saito (2010) describen una experiencia con el desarrollo de procesos de gestión participativa del agua, integrando educación ambiental con la investigación-acción, la espiral de investigación-acción y la Teoría General de Sistemas, como una búsqueda de racionalidad en las prácticas sociales y fortalecimiento de la organización comunitaria para conformar un subcomité de cuenca hidrográfica en la Cuenca Hidrográfica del Alto Río Maranhao (Brasil central).
Los mapas conceptuales también pueden utilizarse para obtener una mirada integrada y holistica de una situación. Los mapas conceptuales son diagramas capaces de indicar relaciones entre conceptos, o entre palabras que utilizamos para representar conceptos permitiendo comprender la cadena de procesos involucrados en un problema y también en su solución. Una combinación de mapas conceptuales y animación en video para comprender el concepto de seguridad hídrica y los componentes del concepto se pueden encontrar en el siguiente video (ver aquí).
Finalmente, el surgimiento de plataformas integradas de información puede contribuir a apoyar procesos de formación y desarrollo de capacidades en gestión integrada de recursos hídricos, como es el caso del IWRM Action Hub/IWRM Toolbox, de la Global Water Partnership, como caja de herramientas para apoyar la GIRH (ver Aquí). El Manual de Enseñanza Caja de Herramientas mejora el proceso educativo, con miras a una mayor alfabetización ambiental (Thalmeinerova et al., 2017).
En resumen, la educación ambiental es muy importante para lograr la seguridad hídrica a través del desarrollo de la gestión integrada de los recursos hídricos. Pero la educación ambiental es mucho más que transmitir información: aunque busca desarrollar la comprensión de las interdependencias económicas, políticas y ecológicas del mundo moderno, e interpretar los fenómenos complejos que configuran el medio ambiente, hay que también fomentar valores éticos, económicos y estéticos que favorezcan el desarrollo de comportamientos compatibles con la preservación y mejoramiento de ese medio, así como contribuir a la adquisición de una amplia gama de competencias prácticas necesarias a la concepción y aplicación de soluciones eficaces a los problemas ambientales, con justicia social y respeto por la diversidad cultural.
La educación ambiental es la base de una nueva relación de los seres humanos con la naturaleza y de los seres humanos entre sí. Este es nuestro desafío.
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Las opiniones expresadas en los artículos firmados de externos son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de la Aquafondo.
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Referencias
Berlinck, C.N.; Saito, C.H. (2010). Action Research for Emancipation Informed by Habermas and Hierarchy of Systems: Case Study on Environmental Education and Management of Water Resources in Brazil. Systemic Practice and Action Research, v. 23(2), 143-156. https://doi.org/10.1007/s11213-009-9150-z
Freire, P. (2000). Pedagogía del oprimido. 53a. edición. Madrid: Siglo XXI Ediciones.
Saito, C.H. (2013). Environmental education and biodiversity concern: beyond the ecological literacy. American Journal of Agricultural and Biological Sciences, 8(1): 12-27. https://doi.org/10.3844/ajabssp.2013.12.27
Saito, C.H. & Germanos, E. (2024). Freirean Perspectives on Environmental Education amidst the Climate Emergency. International Journal of Environmental Resilience Research and Science, 6(2), 1-20. https://doi.org/10.48075/ijerrs.v6i2.33471
Thalmeinerova, D.; Fábrega, J.R.; Guan, Y.; Janusz-Pawletta, B.; Kileshye-Onema, J.M.; Saito, C.H. (2017). IWRM Toolbox Teaching Manual. Stockholm, Global Water Partnership. Available at: http://www.gwp.org/globalassets/global/toolbox/references/iwrm_teaching_manual.pdf
UNESCO. (1978). Conferencia Intergubernamental sobre Educación Ambiental, organizada por la Unesco con la cooperación del PNUMA. Tbilisi (URSS), 14- 26 de octubre de 1977. Informe final. Paris: UNESCO. Disponible en: https://www.minam.gob.pe/cidea7/documentos/Declaracion-de-Tbilisi-1977.pdf