
Vertimiento o reúso: dos caminos para la disposición del agua
En el Perú, las aguas residuales tratadas suelen tener dos destinos principales:
En cuanto al marco regulatorio, si bien aún no existe una norma específica de estándares de calidad para aguas residuales tratadas con fines de reúso, ya existe una base habilitante. La Resolución Jefatural N°224-2013-ANA aprueba el Reglamento para el Otorgamiento de Autorizaciones de Vertimiento y Reúso de Aguas Residuales Tratadas, que establece el procedimiento ante la Autoridad Nacional del Agua (ANA). Para este proceso, se toman como referencia los Estándares de Calidad Ambiental (ECA) para agua fijados en el DS N°004-2017-MINAM, a fin de resguardar la salud y el ambiente.
Aunque el marco normativo requiere ajustes, ofrece una ruta viable para que más organizaciones apuesten por convertir el vertimiento en una oportunidad de sostenibilidad, en línea con los compromisos internacionales y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

De pasivo a oportunidad de valor compartido
En Lima, una ciudad que alberga a más de 11.5 millones de habitantes en pleno desierto costero, el agua se ha convertido en uno de los recursos más valiosos y a la vez más escasos. Mientras los desafíos climáticos, la sobreexplotación y la urbanización acelerada presionan cada vez más nuestras fuentes de agua dulce, miles de metros cúbicos de aguas residuales tratadas siguen sin aprovecharse en beneficio de la ciudad.
Lo que hoy se pierde como desecho podría convertirse en un activo ambiental y social de enorme impacto: el reúso de aguas residuales tratadas para el riego de parques y jardines en espacios públicos. Con ello, no solo se optimiza el uso del agua, sino que también se generan beneficios directos para la ciudadanía y nuevas oportunidades de liderazgo sostenible para el sector privado.
Aquareúso: una solución que ya está dando resultados
Desde 2016, el Fondo de Agua para Lima y Callao – Aquafondo impulsa el Aquareúso, una iniciativa de valor compartido que articula esfuerzos entre sector privado, gobiernos locales y la sociedad civil para dar una segunda vida al agua tratada.
Esta iniciativa ha demostrado resultados concretos: más de 82,000 m³ de agua reusada para riego de áreas verdes en distritos como San Juan de Miraflores, Ate y Cercado de Lima. Esto equivale a un ahorro de más de S/570 mil anuales en costos de agua y a la recuperación de espacios públicos en zonas con escasez de áreas verdes, contribuyendo al bienestar de miles de ciudadanos.

Visita a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Esmeralda corp – Demostración de la calidad del agua residual industrial tratada con fines de riego para áreas verdes.
Un beneficio directo para el sector privado
El reúso de aguas tratadas no solo es una respuesta ambiental a la crisis hídrica, sino también una oportunidad estratégica para las empresas:
Cada metro cúbico reusado es un metro cúbico que no se vierte. Y cada alianza para el reúso es un paso hacia una Lima más verde y resiliente.
En la izquierda se observa un taller de sensibilización con un colegio de Ate sobre Cultura del Agua, y a la derecha, una jornada de plantación con los alumnos de secundaria de un colegio de San Juan de Miraflores.
Del vertimiento al reúso: la ruta posible
Una de las principales barreras para que el reúso de aguas tratadas se convierta en práctica común ha sido la falta de claridad en los procesos. ¿Qué permisos se necesitan? ¿Qué actores deben participar? ¿Cuáles son los pasos técnicos y normativos a seguir?
Consciente de ello, Aquafondo, a partir de su experiencia en proyectos pioneros de reúso en Lima, ha sistematizado una tramitología que ordena el proceso y permite avanzar con seguridad y eficiencia.
Esta hoja de ruta contempla tres etapas fundamentales:
Este esquema permite que las empresas participen de manera integral o parcial, según sus prioridades y recursos, contando siempre con el respaldo de la experiencia acumulada por Aquafondo.
El agua que reusamos, la Lima verde que ganamos
El desafío hídrico de Lima exige soluciones innovadoras, colaborativas y replicables. Hoy, el sector privado tiene la oportunidad de transformar un pasivo, el vertimiento de aguas tratadas, en un activo de alto valor para la ciudad.
Con más empresas apostando por el reúso, podremos garantizar agua para el futuro, recuperar áreas verdes y construir una Lima más sostenible y resiliente.
Estamos convencidos de que este es el camino: más reúso, menos vertimiento.
#JuntosPorElAgua


