¿Cómo nace este enfoque hídrico?
El enfoque Water as Leverage (WaL) nace en 2017 como una apuesta visionaria de los Países Bajos para reimaginar la relación entre las ciudades y el agua, no solo como recurso, sino como catalizador de resiliencia climática urbana. Inspirado en la experiencia de Rebuild by Design tras el huracán Sandy en Nueva York, WaL reconoce que los problemas hídricos urbanos no pueden ser resueltos mediante enfoques fragmentados. En cambio, utiliza el agua como una herramienta de transformación, tejiendo soluciones integrales que responden a crisis inmediatas y abordan las profundas interconexiones sistémicas que las generan.
Acelerando la Adaptación Climática Urbana
El cambio climático agrava las crisis hídricas alrededor del mundo, revelando profundas fracturas de nuestras ciudades, donde el agua ha sido relegado a una mirada funcional de su uso. Ante ello, WaL posiciona al agua como hilo conductor de la vida urbana, los ecosistemas y la actividad económica; proporciona herramientas metodológicas holísticas con enfoque en los problemas hídricos para el desarrollo de soluciones escalables de resiliencia climática urbana; e invita a la acción colectiva para mejorar las soluciones urbanas mediante la integración de todos los actores involucrados desde el inicio hasta el final de la iniciativa.
Etapas de un proyecto WaL
Cada proyecto WaL sigue un ciclo de vida estructurado en 6 etapas:
Los Principios WaL
El marco de WaL se basa en 8 principios clave para una transformación sistémica en la gestión del agua y la resiliencia climática urbana:
AMUNAS[1] como un ejemplo de solución WaL
La rehabilitación de las amunas se configura como una solución para enfrentar la crisis hídrica de Lima, y a su vez mejorar la resiliencia hídrica urbana de la capital. Esta solución responde a los principios WaL.
Nuestro enfoque se basa en una gestión holística del agua. Los problemas relacionados con el agua, como la sequía y la escasez, están interconectados y su solución requiere la integración de todos los sectores. A través de la rehabilitación de las amunas, infiltramos el agua en los acuíferos de las partes altas de Lima, garantizando que la cuenca del Rímac -principal fuente de agua de Lima- siga satisfaciendo las necesidades hídricas de las comunidades locales y de millones de personas de la zona urbana.
En esa línea, nuestra solución va más allá de recuperar un método ancestral de infiltración de agua; se trata de reimaginar la gestión del agua urbana para los retos modernos. Mediante una combinación de prácticas ancestrales locales (Amunas) de siembra de agua con técnicas modernas (presas, bocatomas, entre otras) para optimizarlas, hemos creado una solución práctica y adaptable, ajustada a las necesidades actuales y futuras de la región.
En esta solución, cada voz cuenta. Por ello, nuestra solución reúne a diversos actores, desde las comunidades locales hasta el gobierno y las empresas privadas. Hay que resaltar que las comunidades locales han desempeñado un papel clave desde la planificación hasta la ejecución. Su participación garantiza que la solución propuesta sea pertinente y sostenible. Además, estamos trabajando activamente para aumentar la participación de los grupos marginados, especialmente las mujeres, en la rehabilitación de Amunas, desde las intervenciones físicas hasta la participación en la gobernanza local.
Mediante un proceso de concientización y desarrollo del capital social para generar confianza con las comunidades locales, la realización de investigaciones exhaustivas y la formación de asociaciones con stakeholders, hemos sentado las bases de una iniciativa sostenible. Esta inversión inicial nos ha permitido atraer a donantes internacionales y financiación del sector privado, lo que pone de relieve la escalabilidad de las Amunas.
Por último, aunque la solución se desarrolla en el Perú, esta práctica ancestral de siembra de agua es una solución verde-azul que responde a los retos mundiales de la escasez de agua urbana y el cambio climático. Al compartir nuestras experiencias con redes mundiales, contribuimos a un movimiento más amplio en favor de la resiliencia hídrica, ofreciendo ideas y modelos que pueden adaptarse a otras ciudades del mundo.
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[1] Sistema ancestral de canales semipermeables que permite la recarga artificial del acuífero durante la temporada de lluvias, y cuya construcción de paredes de contención se realiza con barro, arcilla y piedra.
