La importancia de los humedales en los valles interandinos
Los humedales, como los bofedales altoandinos, son esenciales para la sostenibilidad ambiental y la seguridad hídrica de los valles interandinos. Estos ecosistemas actúan como reguladores del ciclo del agua, almacenándola durante la temporada de lluvias y liberándola gradualmente en épocas secas. Esto asegura un flujo constante de agua durante todo el año.
Además, los humedales previenen la erosión del suelo, secuestran carbono y conservan la biodiversidad, contribuyendo significativamente a mitigar el cambio climático.
Conexión de los bofedales con la seguridad hídrica
En la subcuenca de Santa Eulalia, los bofedales son fundamentales para garantizar el suministro de agua a comunidades locales y grandes ciudades, como Lima y Callao, que dependen de esta área para el 50 % de su abastecimiento hídrico. Estos humedales actúan como esponjas que almacenan agua dulce y la liberan de forma gradual, beneficiando tanto a las actividades agrícolas y ganaderas como a la biodiversidad.
Estado actual de los bofedales del valle de Santa Eulalia
Aunque los bofedales del valle de Santa Eulalia son vitales, enfrentan amenazas como el sobrepastoreo, la extracción no controlada de recursos y los efectos del cambio climático.
Según el Portafolio de Intervenciones en la Subcuenca de Santa Eulalia, se han identificado áreas específicas para su conservación en las siguientes comunidades:
En total, más de 1,349 hectáreas de bofedales han sido identificadas para su conservación. Estas áreas son cruciales para la regulación hídrica, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos de la región.
Estrategias de protección y conservación
Desde Aquafondo, hemos desarrollado diversas estrategias para proteger y conservar los bofedales en el valle de Santa Eulalia, basándonos en soluciones naturales y técnicas tradicionales adaptadas al ecosistema altoandino.
En noviembre de 2023, Aquafondo y la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA) y Climate and Development Knowledge Network (CDKN) firmaron un convenio en el marco del Programa de Pequeñas Subvenciones para la Adaptación basada en Ecosistemas (AbE). Este programa busca implementar estrategias de conservación que integren la sostenibilidad ambiental con la inclusión social en el proyecto de “Protección y conservación del bofedal Yanasenega, ecosistema milenario ubicado en la comunidad campesina de San Pedro de Casta, que contribuye a la seguridad hídrica de Lima”.
El bofedal Yanasenega, ubicado en la comunidad de San Pedro de Casta, es clave para la seguridad hídrica de Lima. Sin embargo, enfrentaba problemas como el sobrepastoreo, la extracción no controlada y los efectos del cambio climático, lo que comprometía su funcionalidad y biodiversidad.
Acciones realizadas
La instalación de cercos perimétricos protege los bofedales y favorece la regeneración de la vegetación nativa.
Este proyecto contribuyó significativamente al cumplimiento del indicador 6.4.1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que mide el cambio en la extensión de los ecosistemas relacionados con el agua. Las intervenciones en los bofedales no solo aumentaron su cobertura, sino que también mejoraron su capacidad para regular el ciclo hidrológico y garantizar la disponibilidad de agua para miles de personas.
Un modelo para replicar
El enfoque adoptado en el valle de Santa Eulalia ha demostrado ser efectivo para abordar los desafíos ambientales y sociales en regiones altoandinas. Este proyecto establece un precedente para replicar estas intervenciones, asegurando la sostenibilidad de los recursos hídricos y la resiliencia frente al cambio climático.
Un largo camino por recorrer
De las 1,349 hectáreas de bofedales identificados en la subcuenca de Santa Eulalia, gracias a las acciones implementadas en el bofedal Yanasenega, se logró proteger 3.85 hectáreas. Esto representa un importante primer paso, pero aún queda un enorme desafío: recuperar y conservar las 1,345 hectáreas restantes.
El compromiso colectivo entre comunidades, organizaciones y actores estratégicos es esencial para garantizar la protección de estos ecosistemas únicos, fundamentales para la seguridad hídrica y la biodiversidad de la región.